El avance tecnológico cambió la manera en que las empresas gestionan sus procesos, la forma en que las personas nos relacionamos y también el modo en el que los consumidores adquirimos productos. En la actualidad, las compañías que no se suman a este proceso corren el riesgo de la obsolescencia. Por otra parte, cuando la digitalización se implementa correctamente, es posible acceder a nuevos mercados y oportunidades de negocio. En Chile, la transformación digital es un proceso que atraviesa a todos los sectores.
La sanción de la Ley de Transformación Digital en 2019 determina que el Estado debe avanzar hacia la digitalización de todos sus servicios. Hasta mediados de 2026 está establecido el plazo final para que esto se cumpla. En tanto, en el sector privado el proceso se ha iniciado, pero todavía queda mucho por hacer.
Según el Índice de Madurez Digital Virtus (IMDV), actualizado a 2021, el 55 % de las empresas grandes y el 53,7 % de las pymes comenzaron el proceso de transformación digital. Esto implica que todavía el 44, 9 % de las grandes compañías y el 46,3 % de las pequeñas y medianas todavía no comenzaron el cambio. Además, el IMDV indica que las organizaciones chilenas avanzaron menos que sus pares de otros países. En otras palabras, aún existe una gran cantidad de empresas que implementa procesos de trabajo obsoletos y poco rentables.
¿Qué implica la transformación digital en Chile?
La transformación digital es la integración de tecnología en algunas o todas las áreas de una empresa, con el objetivo de producir un cambio positivo que dé como resultado la optimización de los procesos y la mejora de la competitividad. No se trata solo de invertir en dispositivos o programas de software de gestión, sino también en lograr un cambio de mentalidad que vaya desde los directivos a los equipos de una organización.
¿Cuáles son las ventajas de la transformación digital?
Cuando una empresa incorpora métodos digitales e innovadores en sus procesos, comienza a generar ventajas competitivas incluso en el corto plazo. A continuación, listamos algunas de las más cruciales:
- La cultura de la innovación gana impulso en la empresa.
- Se mejora la eficiencia de los procesos.
- Se produce una optimización de la comunicación interna.
- El trabajo entre los distintos integrantes de una organización adopta un carácter colaborativo.
- La capacidad de respuesta rápida se incrementa y, por lo tanto, es posible adaptarse más rápidamente a un entorno que continúa cambiando.
- La implementación del análisis de datos provee nuevas oportunidades de negocio.
- Se mejora la experiencia del cliente y la relación de los consumidores con la marca.
¿Cómo se impulsa el proceso de cambio en las empresas?
La transformación digital en Chile se apoya en la tecnología, la experiencia del cliente, la cultura de cada empresa y los objetivos del negocio. No son pocos los empresarios que dudan al pensar en un proceso de cambio a corto plazo que puede ser difícil de asumir. Por más que se produzcan modificaciones de manera ágil, es recomendable entender al todo como un proceso paulatino que es posible ajustar a las capacidades y características de cada organización.
Las acciones que una organización debe emprender se tienen que dirigir a adoptar nuevas formas de trabajo que sean más productivas y flexibles, de modo tal que sea posible retener talento. Es fundamental que tengamos en cuenta que el cambio ya se produjo o se está produciendo y ninguna empresa es capaz de frenarlo. En este mismo sentido, el liderazgo tiene que adoptar características innovadoras y contar con la capacidad de aportar nuevas ideas.
La mejor manera de encarar el proceso de digitalización es mirando el futuro. Aquí es importante prever también las necesidades de los clientes para poder trazar planes de negocios que se ajusten a la realidad. La gestión eficaz de los datos permite conocer mejor a los consumidores a los que se dirige una organización.
¿Cuáles son los efectos de la digitalización?
La renovación, en un contexto cambiante, siempre es positiva. Toda implementación de tecnología mejora los procesos de comunicación y atención de los clientes. Si estos no pueden ser mejores que los de la competencia, al menos deben ser igual de efectivos. Ya nadie quiere perder tiempo con papeles, filas de espera y otros trámites. Obligar a los clientes a ese tipo de acciones en el mundo actual implica el riesgo de perderlos.
Al implementar una transformación impulsada por la tecnología, necesariamente el nivel de competencias digitales de los directivos y los empleados debe aumentar. A su vez, esto provoca efectos positivos como la adquisición de una mayor capacidad de autoaprendizaje, una orientación de las tareas a la satisfacción de los clientes y una mejor comunicación tanto hacia dentro como hacia fuera de la empresa.
Por último, todas las empresas pueden iniciar o profundizar el camino de la transformación digital en Chile por medio de los servicios de Zerviz, que están diseñados para automatizar y mejorar la experiencia del cliente.